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 Está en juego el Tradewise Chess Festival 2014 en Gibraltar, es uno de los opens más fuertes del mundo con un gran torneo principal con muy buenos premios en metálico, el campeón recibe de premio 20.000 libras, y con premios por tramos también importantes, por eso hay 370 jugadores de 60 paises, entre ellos 70GM y 10 por encima de 2700 encabezados por Adams, Vachier_Lagrave, Ivanchuk, Vitugov, Kamsky, también participan varios de los mejores jugadores españoles como Paco Vallejo, los gallegos Iván Salgado y David Lariño , David Antón. Toda la información en la web oficial, partidas en directo, comentarios en directo, chess-results.

En el open principal llamado Master se llevan dispuatas dos rondas y lo más destacado para nosotros fueron las tablas que consiguió el GM David Lariño ante el GM Vassily Ivanchuk, uno de los mejores jugadores de la historia del ajedrez, Lariño quedó un poco peor tras la apertura al perder un peón, pero luego obtuvo compensación porque Chuky no jugó bien e incluso tras algunos errores del ukraniano Lariño pudo incluso quedar mejor, pero finalmente se llegó a un final de torres tablas, del resto de españoles Iván Salgado no pasó de las tablas ante el joven MI noruego Ayran Tari, Vallejo y Antón de momento van con dos puntos, hay muchas sorpresas como es de esperar en cualquier open y las GM no les resulta fácil ganar a jugadores inferiores.


Ivanchuk a punto de entablar su partida ante Lariño, foto John Saunders web oficial.

  El periodista Leontxo García está trabajando en Gibraltar con el Diario de Leontxo, os dejo su 2a entrega.

Genios, átomos y aperturas

LEONTXO GARCÍA. Gibraltar

La Revolución Carlsen cuestiona, entre otras cosas, que sea imprescindible memorizar cientos de largas variantes de aperturas para obtener buenos resultados. Ayer, mientras Magnus humillaba a Viswanathan Anand en las partidas rápidas de Zúrich en sólo 21 movimientos, David Lariño hacía tablas en Gibraltar ante Vasili Ivanchuk. Ambas partidas tienen algo en común, y alimentan un debate muy interesante.

    “No tenía ni idea de esta variante a partir de la 4ª jugada. Pero luego he quedado mejor con negras a pesar de que estoy acatarrado y con un poco de fiebre. Supongo que debo estar contento”, me decía modestamente Lariño pocos minutos después del éxito. Ivanchuk admitió que estaba peor, y añadió: “Él ha jugado bien. Hay un par de momentos donde yo tenía mejores movimientos, pero apenas me hubieran dado una pequeña ventaja”.

    En realidad, todo fue teórico hasta la 21, pero Lariño no tenía la menor idea de ello hasta que se lo dije. El gran maestro gallego, de 24 años, excampeón de España, exhibe un talento enorme pero trabaja muy poco, lo que le obliga a ser muy creativo desde la apertura. Del inmenso talento de Carlsen no voy a decir nada nuevo, pero es importante recalcar que él sí trabaja mucho, aunque a su particular manera: piensa en la manera de plantear una partida de modo que pueda salirse de los caminos más conocidos, para que todo lo memorizado por su rival no sirva de nada, y que la posición resultante en el medio juego sea aceptable –ni siquiera le importa que él tenga una pequeña desventaja- y, a ser posible, incómoda para su adversario. Cuando encuentra una idea que le parece buena, se la pasa a sus ayudantes para que la analicen con potentes computadoras, y así se asegura de que su propuesta no tiene ningún inconveniente grave. Carlsen jugó ayer contra Anand 1 Cf3 d5 2 b3 c5 3 e4!?, un lance que nadie había empleado jamás en la práctica magistral. Y con eso masacró al excampeón del mundo en 21 movimientos.

    Desde hace unos 20 años, muchos grandes maestros me han dicho cosas así: “Es normal, y casi inevitable, que en el ajedrez moderno la mayoría de las partidas se jueguen de memoria hasta el movimiento 15 o 20 o incluso más allá. Porque si te sales de los caminos trillados corres un peligro muy grave. Además, si juegas con negras frente a un rival fuerte que quiere hacer tablas, es poco menos que imposible evitar el empate”. Yo solía replicar: “Eso no tiene sentido, por mucho que influyan los ordenadores que calculan millones de jugadas por segundo. Si el número de partidas distintas que pueden jugarse [un uno seguido de 123 ceros] es mayor que el número de átomos en el Universo [un uno seguido de ochenta ceros], es obvio que el margen de creación, incluso en las aperturas, sigue siendo muy grande”. Pero me miraban como a un pobre ignorante que no entiende nada.

    Ahora llega Carlsen y demuestra que yo tenía razón. El lector puede argüir que el noruego es un genio muy bien preparado, y por eso puede hacer lo que quiera y ganar a pesar de todo. Bien, pero la genialidad de Lariño es sin duda mucho menor que la de Carlsen, y es seguro que se prepara mucho menos. No creo que sea una cuestión de neuronas más o menos brillantes, sino de actitud. Para alguien que ha memorizado variantes larguísimas durante toda su carrera ajedrecística, cambiar ahora de planteamiento puede ser muy duro. Pero, por otro lado, si se pone de moda que los 20 (o más) primeros movimientos se hagan de memoria, la faceta científica del ajedrez (la preparación casera) se comerá al arte y al deporte, el ajedrez saldrá perdiendo y habrá que pensar en la implantación del ajedrez 960 o sistema Fischer (sortear la posición de las piezas de la primera fila inmediatamente antes de cada partida) u otras medidas drásticas. Por el contrario, si se impone la tendencia que marca el nuevo campeón del mundo podremos seguir disfrutando del ajedrez clásico muchos años. No lo digo sólo yo, también lo dijo Gari Kaspárov el pasado sábado en su rueda de prensa en Wijk aan Zee (Holanda).

    Cambiando de tema, lo malo de estar en el mejor torneo abierto del mundo es que hay estrellas que pasan desapercibidas, al menos en las primeras rondas, por la enorme cantidad de grandes maestros (70). Por ejemplo, el portentoso chino Yi Wei, a quien veo como posible amenaza para Carlsen en el próximo decenio. Ha ganado las dos primeras rondas y habrá que fijarse mucho en cómo juega las siguientes.

    Por lo demás, el número de sorpresas en la segunda ronda fue bastante mayor del normal, como podrá comprobar fácilmente el lector tras un simple vistazo al Elo y los resultados de los primeros tableros. Y de ello se deduce que hoy también cabe esperar unos cuántos sobresaltos, porque las diferencias de categoría entre los ocupantes de los primeros tableros es cada vez más pequeña.

    Suelo decir en mis conferencias que la pasión por el ajedrez garantiza que no te aburrirás nunca en tu vida. Y menos aún si estás en el Tradewise Open de Gibraltar.

Más información: www.gibraltarchesscongress.com